EL
DIGESTO DE JUSTINIANO.
Fabio Espitia
Garzón*
Resumen.
Acerca del “método”
seguido por los compiladores del Digesto
de JUSTINIANO y sobre si cada uno de ellos leyó y escogió
personalmente las obras clásicas, se han dado de antaño explicaciones, las
teorías de las masas, de la división del
trabajo de las comisiones y del
predigesto. No obstante, éstas no explican, el por qué de la división en 50
libros y la parcelación en 7 partes, ni los criterios adoptados para la
disposición de materias.
En relación con el
primer asunto, se pretende comprobar que la insuficiencia de las respuestas que
ha dado la romanística es fruto de la tendencia a imponer conceptos modernos
para interpretar la realidad romana, y que tanto las divisiones ordenadas son
fruto de una línea de pensamiento que conectó el misticismo matemático
pitagórico platónico con la experiencia místico religiosa del periodo
cristiano.
Por cuanto se
refiere al segundo, se busca establecer cómo el Digesto de Justiniano siguió la estructura del Digesto de Juliano, es decir, que si pudiera hablarse de un predigesto, éste lo habría
sido.
Palabras clave.
Digesto. Mística pitagórica. Escuela de Alejandría. Predigesto.
I. Introducción.
Sólo tres años
después, Triboniano, magister officiorum o superintendente de las
cancillerías imperiales, distinguido con el cargo de quaestor sacri palatii, Doroteo y Anatolio, profesores de derecho de la escuela de Beirut, Teófilo y Cratino, profesores de la escuela de Constantinopla,
y otros abogados de la capital, dieron por terminada la tarea impuesta por el
emperador Justiniano: incorporar en su solo texto el legado
de la jurisprudencia romana.
Allí
encontraron lugar obras de los juristas republicanos Quinto Mucio Escévola, Alfeno Varo y Antistio Labeón; no las de Sexto Elio Peto, Publio Elio
Peto, Porcio Catón, Publio Mucio
Escévola, Bruto, Manilio, Publio Rutilio Rufo, Paulo Virginio, Quinto Tuberón, Publio Lucio Craso
Muciano, Aquilio Galo, Servio
Sulpicio Rufo, Aulo Ofilio, Trebacio
Testa, Tuberón y Ateyo
Capitón.
También
se incorporaron las de algunos de la primera generación del principado: Próculo, Javoleno Prisco, Publio Juvencio Celso hijo y Neracio Prisco; no las de Masurio
Sabino, Cayo Casio Longino, Celio Sabino, Pegaso, Nerva padre, Nerva hijo y Celso padre.
El
mayor aporte fue de los denominados juristas burócratas, descollan las obras de
Salvio
Juliano, Sexto Cecilio Africano, Ulpio
Marcelo, Cervidio Escévola, Papiniano, Domicio Ulpiano, Julio Paulo y Herenio Modestino. Contemporáneos de éstos aunque
alejados del poder, también encontraron lugar las de: Gayo, Pomponio, Volusio Meciano, Venuleyo
Claudio Saturnino[1], Tarruterno Paterno, Papiro Justo, Calístrato, Arrio Menandro, Tertuliano, Claudio Trifonino, Valente, Licinio Rufino, Emilio Macer, Julio Aquila, Rutilio Máximo y Elio Marciano. Las de Minicio Natal y Urseyo Ferox conocidas sólo por los comentarios de Juliano, no fueron incorporadas.
Fueron
agregados además apartes de juristas posteriores, como Furio Antiano[2], Arcadio Carisio y Hermogeniano, “cuya
identidad con el magister libellorum de Diocleciano
en el bienio 293-294 d.C. ya no se discute”[3].
Finalmente, fueron
incorporados fragmentos del llamado Libro único de las reglas de Ulpiano (Liber singularis regularum)[4]
(segunda mitad s. III d.C.), de las Sentencias
de Paulo (Pauli Sententiae)[5] (fines s. III o inicio s. IV d.C),
y de las Reglas o Epítome
de Ulpiano (Epitome Ulpiani)[6] (posiblemente de época
constantiniana[7]).
Acerca
del “método” seguido por los compiladores y sobre si cada uno de ellos leyó y
escogió personalmente las obras clásicas, se han dado de antaño explicaciones,
las teorías de las masas[8], de la división del trabajo de las comisiones[9]
y del predigesto.
Empero,
éstas no explican, de un lado, el por qué de la división en 50 libros y la
parcelación en 7 partes, y de otro, los criterios adoptados para la disposición
de de materias.
La
única respuesta que se ha intentado dar al primero de los asuntos es la de su
probable relación con las llamadas Quinquaginta decisiones, tomadas por
el emperador en el intervalo entre la publicación del Codex del 529 y el
inicio de la compilación del Digesto, no obstante, a parte de que tal razón no
pasa de ser una conjetura, tampoco explica la parcelación en 7, que, se dice, o
no tiene explicación[10]
o sólo tuvo razones didácticas[11].
También
el orden dado por los compiladores a las materias se ha llegado a considerar
simplemente arbitrario[12],
y cuando se intenta explicar, se acude al orden del edicto perpetuo, aunque el
único fundamento sea la recomendación dada por Justiniano a los miembros de la comisión legislativa, y deban reconocerse grandes
diferencias entre uno y otro[13].
II. La división
en 50 libros y 7 partes: De pitágoras a la mística cristiana.
Pienso que la insuficiencia
de las respuestas a los dos primeros asuntos es fruto de la tendencia,
desafortunadamente no extraña, a imponer conceptos modernos para interpretar la
realidad romana[14],
y que tanto la división en 50 libros como la subdivisión en 7 partes encuentra
razón de ser en una línea de pensamiento que conectó el misticismo matemático
pitagórico platónico con la experiencia místico religiosa del periodo cristiano.
Se
ha señalado que la simbología mística del 7 fue también por Varrón, para explicar la formación de la
ciudad[15],
la gestación y el nacimiento (Gel. 3, 10, 7-8), y hasta el advenimiento de la pubertad[16], y que Cicerón - quien afirmaba que “el verbo
de Pitágoras no ha dejado de resonar en Roma” -, acudió a la visión mística pitagórica de los
números 7 y 8, para subrayar que a su conjunción, los 56 años, la república
romana debería reconocer las gestas de Escipión
Emiliano.
“En este momento, tú, Africano, deberás descubrir a la
patria la luz de tu valeroso ingenio y de tu prudencia; pero veo la ruta,
diría, del destino como doble en este momento. Cuando tu edad haya cumplido
siete veces ocho giros solares, y estos dos números, que se tienen los dos como
perfectos por distintas razones, hayan completado por natural circuito la edad
destinada, la ciudad se volverá entera solo hacia ti y hacia tu apellido” (Cic.
De Rep. 6, 12).
El
mismo orador consideró al número 7 “la clave de todas las cosas” (Cic. De
Rep. 6, 18), evocó que Senócrates,
el discípulo de Platón,
identificaba el alma con el número (Tusc.
1, 10, 20), la importancia esencial que éste tenía para la explicación del
reino de lo material (Tusc. 1, 10,
20), y señaló que los pitagóricos no daban explicaciones de sus opiniones a
menos que se tratase de demostraciones matemáticas o geométricas (Tusc. 1, 17, 39).
Aunque
la obra de Nicómaco de Gerasa,
filósofo neopitagórico y matemático oriental griego de comienzos de época de
los Antoninos, sólo es conocida por filósofos, matemáticos y místicos
posteriores, su incidencia en Occidente y Oriente es indiscutible, como lo
demuestran las obras de Jámblico, filósofo neoplatónico, Boecio, “el último de los romanos”,
cristiano, cónsul en la Roma ocupada por los ostrogodos y nostálgico de la
ciencia griega[17],
y Juan Filopón “El Gramático”[18],
cristiano converso de la Escuela de Alejandría, que vivió bajo Zenón, Anastasio,
Justino y Justiniano.
El uso pitagórico
de los números fue acogido por Plotino,
para explicar a Dios, este místico egipcio neoplatónico que vivió en Roma en la
segunda mitad del siglo III,
diferenciaba entre el Uno como número “esencial” y el número como número
“cuantitativo”: … “Y es que aun la naturaleza de los números cuantitativos
imita, en su relación con la unidad que es su principio, a la de los Números
anteriores en su relación con el Uno sustantivo […] Pero volvamos a nuestra
tesis de que el Primero permanece el mismo aun cuando provengan otros de él.
Pues bien, en los números, permanenciando, eso sí, la unidad, pero operando un
principio distinto, por virtud de éste se origina el número. En cambio, en el
Número especial, el Uno permanece, si anterior a los Seres, y en este casocon
mayor razón, pues permanenciendo él, sino que de él mismo se basta para
engendrar a los Seres. Y del mismo modo que allá, en el caso de los números,
había en todos una forma, la del primero, o sea, la de la mónada, en unos
primariamente y en otros secundariamente, sin que participara por igual cada
uno de los posteriores a ella, así también aquí, cada uno de los posteriores al
primero posee en sí una como Forma de aquél. Allá la participación de la mónada
primera hizo subsistir la cantidad de los números; acá, hizo subsistir la
Esencia de los Números, de tal manera, de tal manera que su Ser sea una huella
del Uno. Decir que este Ser proviene del Uno, es atinar con la verdad. Lo
demuestra la denominación de <> […]. Pero bien puede ser
que aun el nombre de <> comporte negación de multiplicidad. De
ahí que los pitagóricos lo designaran entre sí con el nombre simbolico de
<>, negando así toda multiplicidad” (Eneada. 5.5.5), asimismo, hacía depender todo del valor del número
“…de esta manera es como la naturaleza acopla cada multiplicidad y cada uno de
los seres a sus respectivos números, a sabiendas de que, si cada ser no se acoplara
a su respectivo número, o no existiría en absoluto o sería otra cosa, algo
desajustado, al quedar carente de número y de razón”[19].
Jámblico, que escribió entre fines del
siglo III y comienzos del IV y laboró en la Escuela de Siria, se presentó como simple expositor de las ideas de Nicómaco[20],
e hizo una abierta elegía al número 10, “símbolo de Dios y del universo”[21];
mientras que al dar continuidad al pensamiento de Cicerón, Macrobio, gramático
pagano de fines del siglo IV y comienzos del V, reseñaba en sus Comentarios
al Sueño de Escipión (Commentarii in Somnium Scipionis), cómo para los pitagóricos el
número más exacto era el 8: “Los pitagóricos le llamaban el verdadero número de
la justicia” (Pythagorici vero hunc
numerum iustitiam vocaverunt” (Com.
1.5.17).
Con
fundamento en el fragmento
del libro de la Sabiduría de Salomón “has ordenado todas las cosas en
medida, número y peso”, Agustín
de Hipona pudo interpretar el universo cristiano en el apasionado
entorno filosófico que rodeó el llamado “periodo patrístico”, a través de la mística pitagórica y
neoplatónica, el catedrático de retórica, sacerdote y
obispo, definió así como “perfectos” tanto el número 3 como el 6, el primero
por tener un principio, un medio y un final 1, 12, 22), el segundo por ser aquél
cuyas partes enteras una vez sumadas le dan como resultado por ser ser a su vez
resultado de su sexta parte, su tercera y la mitad (De Genesi al litteram 4, 2), “[…] y no porque Dios creara todas las
cosas en seis días, lo que parece cierto. Dios creó todas las cosas en seis
días porque el número es perfecto (Civitas
Dei 11, 30), el 10 adquiere asimismo, valor “extraordinario”, porque cuando
se avanza hasta él los números “regresan al uno”, al origen (De musica 1, 12, 26)[22]
Los
2 libros de Aritmética de Boecio escritos en homenaje al patricio Símaco, no sólo fueron una remodelación
de la Introducción aritmética de Nicómaco
- como indicaba en el prefacio -, sino una brillante simbiosis de tradición
pitagórico platónica y cristianismo, en ellos trató de los diversos métodos de
la clasificación de los números y les dio una particular interpretación mística
de los números escriturarios, con énfasis en la importancia del diez:
“Entre los hombres de autoridad inveterada que guiados
por Pitágoras han mostrado el resplandor supremo de su espíritu y la fuerza de
su pensamiento, se tiene la opinión de que no llegó nadie en los conocimientos
de filosofía a la perfección consumada si el acrecimiento de tan noble
sabiduría no pisaba, por así decir, en cuatro vías […] Todo lo que a partir de
la naturaleza primigenia de las cosas se ha constituido, parece formado en
razón de los números. En efecto, esto fue un motivo principal en el ánimo del
creador. A partir de aquí una masa de los cuatro elementos fue cambiando, y de
aquí las fases en el tiempo, de aquí el movimiento de los astros y el
desplazamiento circular del cielo. Siendo esto así la posición de todas las
cosas se fragua por una combinación de números, es preciso que ese número
permanezca siempre estable en la misma sustancia, y no esté compuesto de otros
diversos […] Entre los antiguos se
admitían y conocían todas aquellas de las que tuvieron conocimiento Pitágoras,
Platón o Aristóteles; estas son las tres medias: aritmética, geométrica y
armónica. Después de estas relaciones proporcionales, hay otras tres que no se
conocen con un nombre determinado, pero que se designan como cuarta, quinta y
sexta, y son opuestas a las que hemos citado antes. Pero los que vinieron
después, por la perfección del número diez, que era el que más complacía a
Pitágoras, añadieron otras cuatro medias, para que formaran un corpus en estas
proporciones de la decena. De ahí también que en la descripción aristotélica de
las diez categorías y antes en la de Arquitas, se encuentra claramente la
decena pitagórica, puesto que Platón, muy respetuoso con Pitágoras, hace sus
divisiones según este cómputo, y el pitagórico Arquitas antes de Aristóteles,
aunque sea ambiguo en ciertas cuestiones, establece estas diez categorías”[23].
Los
juristas bizantinos de inicios del siglo VI no fueron ajenos a esta visión
cosmogónica filosófica pagana y cristiana, de un lado, uno de los centros
culturales de la época era la Escuela de Alejandría, en la que descollaba Juan Filopón, quien si bien buscaba
particularmente oponer a la idea griega del universo increado y eterno, la
cristiana de una creación divina temporal[24],
también escribió un trabajo sobre la Introducción
aritmética de Nicómaco, donde
hizo énfasis en la visión polisémica el número[25],
y de otro, antes de dedicarse al estudio del derecho, aquellos debían asistir a
cursos preparatorios en gramática, retórica y filosofía[26].
Lo
anterior podría explicar, de una parte, que cuando Justiniano ordenó compilar y ordenar los miles de fragmentos
de este grandioso “código antología”[27]
hubiese advertido que “debe construirse
con obra excelente” (oportet eam pulcherrimo opere exstruere) y ordenó dividirlo en 50 libros y
determinados títulos, pues debía quedar protegido “como rodeado de un muro” (quasi quodam muro vallatum) (Const. Deo auctore 5), y de
otra, que concluida la compilación, hubiese aseverado que la división en 50
libros y de estos en 7 partes no se hacía “inadvertidamente
ni sin razón, sino atendiendo a la
naturaleza y combinación de los números” (non perperam neque sine ratione, sed in numerorum
naturam et artem respicientes) (Const.
Tanta 1).
La
llamada razón “misteriosa” del uso de los números[28]
podría entonces develarse: el 7 de la “perfección”, suma entre otras cosas del
impar 3, que representaba el espíritu, y el par 4 que representaba la materia,
y ese apelativo o uno similar pudo tener el 50, unión del 5 que representaba el
pentagrama místico, y la decena, el número “preferido” de Pitágoras o símbolo de Dios y del universo de Jámblico.
Y aparte que la
relación 50-7 tenía soporte de filosófico, matemático y geométrico de antaño[29],
puede plantearse, así sea como conjetura, que la división interna de cada una de las partes,
también pudo tener esas motivaciones[30].
III. Disposición
de materias y estructura del Digesto: De Juliano a Justiniano.
En relación con el
orden dado por los compiladores a las materias, cabe pensar que igual a lo
sucedido con las Institutiones - que replicaron el esquema de Gayo -, el
Digesto de Justiniano fue diseñado con fundamento en el
Digesto de Juliano, es decir, que si pudiera hablarse de un
predigesto, éste lo habría sido, al menos en cuanto su estructura.
Se
conocen, gracias a la labor de los compiladores, fragmentos de los Digesta clásicos de: Alfeno Varo -tanto en el epítome anónimo, como en el Paulo-[31], Cervidio Escévola[32], Celso[33], Juliano[34] y Marcelo[35].
Del
Digesto de Juliano, escrito o al menos iniciado antes de la redacción
del edicto perpetuo[36],
los compiladores incorporaron 375 fragmentos, en casi todos los libros del
Digesto de Justiniano (con excepción del 29 y el 31), que para
demostrar la hipótesis que se plantea, pueden ser divididos en varios grupos:
El
primero lo conforman 131 fragmentos de los primeros 56 libros del Digesto de Juliano, en los que se corrobora idéntica secuencia y correspondencia
temática:
JULIANO
|
JUSTINIANO
|
TÍTULO DEL DIGESTO DE
JUSTINIANO
|
1
|
D.1.18.8.
|
De officio praesidis
|
2
|
D.2.10.3.
|
De
eo, per quem factum erit, quo minus quis in iudicio sistat
|
3
|
D.3.3.75.
|
De procuratoribus et
defensoribus
|
3
|
D.3.5.30.
|
De negotiis gestis
|
4
|
D.4.8.47[50].
|
De
receptis, qui arbitrium receperunt, ut sententiam dicant
|
4
|
D.4.8.49[52].
|
De
receptis, qui arbitrium receperunt, ut sententiam dicant
|
5
|
D.5.1.74.
|
De
iudiciis et ubi quisque agere vel conveniri debeat
|
6
|
D.5.3.54[57].
|
De
hereditatis petitione
|
7
|
D.6.1.34.
|
De rei
vindicatione
|
7
|
D.8.2.32[31].
|
De
servitutibus praediorum urbanorum
|
7
|
D.8.2.37[36].
|
De
servitutibus praediorum urbanorum
|
7
|
D.8.3.27.
|
De
servitutibus praediorum rusticorum
|
7
|
D.8.5.16.
|
Si
servitus vindicetur, vel ad alium pertinere negetur
|
8
|
D.10.1.9.
|
Finium
regundorum
|
8
|
D.10.2.51[52].
|
Familiae
erciscundae
|
8
|
D.10.3.24.
|
Communi
dividundo
|
9
|
D.10.4.8.
|
Ad
exhibendum
|
10
|
D.11.7.18.
|
De
religiosis, et sumtibus funerum, et ut funus ducere liceat
|
10
|
D.12.1.19.
|
De rebus
creditis, si certum petetur, et de condictione
|
10[37]
|
D.12.2.12.
|
De
iureiurando sive voluntario, si necessario, sive iudiciali
|
10
|
D.12.2.39.
|
De
iureiurando sive voluntario, si necessario, sive iudiciali
|
10
|
D.12.4.11.
|
De
condictione causa data causa non secuta
|
10
|
D.12.6.20.
|
De
condictione indebiti
|
10
|
D.12.6.32.
|
De
condictione indebiti
|
11
|
D.13.5.2.
|
De pecunia constituta
|
11
|
D.13.5.23.
|
De pecunia constituta
|
11
|
D.13.7.28.
|
De pignoraticia actione, vel
contra
|
11
|
D.14.3.12.
|
De institoria actione
|
11
|
D.14.4.8.
|
De tributoria actione
|
12
|
D.14.4.12.
|
De tributoria actione
|
12
|
D.14.6.14.
|
De senatusconsulto Macedoniano
|
12
|
D.15.1.16[17].
|
De peculio
|
12[38]
|
D.15.1.28[29].
|
De peculio
|
12
|
D.15.1.37[38].
|
De peculio
|
12
|
D.16.1.14.
|
Ad
senatusconsultum Velleianum
|
13
|
D.16.3.15.
|
Depositi
vel contra
|
13
|
D.17.1.30.
|
Mandati
vel contra
|
14
|
D.17.1.31.
|
Mandati
vel contra
|
15
|
D.18.1.39.
|
De
contrahenda emtione, et de pactis inter emtorem et venditorem…
|
15
|
D.18.2.17[20].
|
De in
diem addictione
|
15
|
D.18.4.18.
|
De
hereditate vel actione vendita
|
15
|
D.18.5.5.
|
De
rescindenda venditione, et quando licet ab emtione discedere
|
15[39]
|
D.19.1.24[25].
|
De
actionibus emti et venditi
|
15
|
D.19.2.16[18].
|
Locati,
conducti
|
15
|
D.19.2.18[20].
|
Locati,
conducti
|
15
|
D.21.2.8.
|
De
evictionibus et duplae stipulatione
|
16
|
D.23.1.11.
|
De
sponsalibus
|
16
|
D.23.2.18.
|
De ritu
nuptiarum
|
16
|
D.23.3.44.
|
De iure
dotium
|
16
|
D.23.3.46.
|
De iure
dotium
|
16[40]
|
D.23.3.47.
|
De iure
dotium
|
16[41]
|
D.23.4.13.
|
De pactis dotalibus
|
16[42]
|
D.23.4.18
|
De pactis dotalibus
|
16[43]
|
D.23.4.21.
|
De pactis dotalibus
|
16
|
D.23.5.7.
|
De fundo dotali
|
16
|
D.24.3.30.
|
Soluto
matrimonio dos quemadmodum petatur
|
18[44]
|
D.24.3.31.
|
Soluto
matrimonio dos quemadmodum petatur
|
19[45]
|
D.25.2.22.
|
De
actione rerum amotarum
|
19
|
D.25.3.2.
|
De
agnoscendis et alendis liberis, vel parentibus, vel patronis,…
|
20[46]
|
D.26.3.3.
|
De
confirmando tutore vel curatore
|
21
|
D.26.7.18[17].
|
De
administratione et periculo tutorum et curatorum, …
|
21
|
D.26.8.12.
|
De
auctoritate et consensu tutorum et curatorum
|
21
|
D.26.8.13.
|
De
auctoritate et consensu tutorum et curatorum
|
21
|
D.27.2.4.
|
Ubi
pupillus educari vel morari debeat, et de alimentis ei praestandis
|
21
|
D.27.4.2.
|
De
contraria tutelae et utili actione
|
21
|
D.27.4.4.
|
De
contraria tutelae et utili actione
|
21
|
D.27.8.3.
|
De
magistratibus conveniendis
|
21
|
D.27.8.5.
|
De
magistratibus conveniendis
|
21
|
D.27.10.7.
|
De
curatioribus furioso et aliis extra minores dandis
|
29
|
D.28.2.13.
|
De
liberis et postumis heredibus instituendis vel exheredandis
|
30
|
D.28.5.7.
|
De
heredibus instituendis
|
30
|
D.28.5.16.
|
De
heredibus instituendis
|
30
|
D.28.5.22.
|
De
heredibus instituendis
|
30
|
D.28.5.38.
|
De
heredibus instituendis
|
30
|
D.28.5.40.
|
De
heredibus instituendis
|
30
|
D.28.6.19[17].
|
De
vulgari et pupillari substitutione
|
30
|
D.28.6.27[25].
|
De
vulgari et pupillari substitutione
|
30
|
D.28.7.13.
|
De conditionibus institutionum
|
30
|
D.29.2.43.
|
De acquirenda vel ommitenda
hereditate
|
31
|
D.29.4.22.
|
Si quis
omissa causa testamenti ab intestato, […]
|
31
|
D.30.18.
|
De
legatis et fideicommissis
|
32[47]
|
D.30.79.
|
De
legatis et fideicommissis
|
32
|
D.30.81.
|
De
legatis et fideicommissis
|
33
|
D.30.6.
|
De
legatis et fideicommissis
|
33
|
D.30.82.
|
De
legatis et fideicommissis
|
33
|
D.30.84.
|
De
legatis et fideicommissis
|
34
|
D.30.86.
|
De
legatis et fideicommissis
|
36
|
D.30.89.
|
De
legatis et fideicommissis
|
36
|
D.30.91.
|
De
legatis et fideicommissis
|
36
|
D.33.5.11.
|
De optione vel electione
legata
|
36
|
D.34.3.11.
|
De liberatione legata
|
36
|
D.34.5.11.
|
De rebus
dubiis
|
39
|
D.36.1.23.
|
Ad
Senatusconsultum Trebellianum
|
39
|
D.36.1.25.
|
Ad
Senatusconsultum Trebellianum
|
40
|
D.36.1.27.
|
Ad
Senatusconsultum Trebellianum
|
41
|
D.39.1.6.
|
De operis novi
nuntiatione
|
41
|
D.39.1.13.
|
De operis novi
nuntiatione
|
42
|
D.40.2.4.
|
De
manumissis vindicta
|
42
|
D.40.2.5.
|
De
manumissis vindicta
|
42
|
D.40.4.17.
|
De
manumissis testamento
|
42
|
D.40.5.47.
|
De fideicommissariis
libertatibus
|
43
|
D.40.7.13.
|
De
statuliberis
|
44
|
D.41.1.37.
|
De
acquirendo retum dominio
|
44
|
D.41.2.38.
|
De
acquirenda, vel amittenda possessione
|
44
|
D.41.3.33.
|
De
usurpationibus et usucapionibus
|
44
|
D.41.4[5].7
|
Pro emtore
|
44
|
D.41.5[6].2.
|
Pro
herede, vel pro possessore
|
45
|
D.42.1.61.
|
De re
iudicata, et de effectu sententiarum, et de interlocutionibus
|
46
|
D.42.6[7].6.
|
De
separationibus
|
47
|
D.42.7[8].5.
|
De
curatoris bonis dando
|
48
|
D.43.7.2.
|
De locis
et itineribus publicis
|
48
|
D.43.16.17.
|
De vi, et
de vi armata
|
49
|
D.43.26[25].19.
|
De precario.
|
49
|
D.43.33[32].1.
|
De Salviano interdicto
|
50
|
D.44.1.13.
|
De
exceptionibus, praescriptionibus et praeiudiciis
|
51
|
D.44.2.8.
|
De
exceptione rei iudicatae
|
51
|
D.44.2.10.
|
De
exceptione rei iudicatae
|
51
|
D.44.2.16.
|
De
exceptione rei iudicatae
|
51
|
D.44.2.25.
|
De
exceptione rei iudicatae
|
52
|
D.45.1.56.
|
De
verborum obligationibus
|
52
|
D.45.2.6.
|
De duobus
reis constituendis
|
52
|
D.45.3.1.
|
De
stipulatione servorum
|
52
|
D.45.3.10.
|
De
stipulatione servorum
|
53
|
D.46.1.7.
|
De
fideiussoribus et mandatoribus
|
53
|
D.46.1.16.
|
De
fideiussoribus et mandatoribus
|
54
|
D.46.3.13.
|
De
solutionibus et liberationibus
|
54
|
D.46.3.34.
|
De
solutionibus et liberationibus
|
54
|
D.46.4.17.
|
De
acceptilatione
|
55
|
D.46.7.4.
|
Iudicatum solvi
|
55
|
D.46.7.14.
|
Iudicatum solvi
|
56
|
D.46.8.22.
|
Ratam rem
haberi, et de ratihabitione
|
La
secuencia sólo se interrumpe por 41 fragmentos tomados de los libros 17, 22,
23, 24, 25, 26, 27, 28, y parte de los libros 22[48],
35 y 39 del Digesto de Juliano, que fueron trasladados en bloque a otras partes del Digesto de Justiniano:
JULIANO
|
JUSTINIANO
|
TITULO DEL DIGESTO DE JUSTINIANO
|
17
|
D.39.5.1.
|
De
donationibus
|
17
|
D.39.5.14.
|
De mortis
causa donationibus et capionibus
|
17
|
D.39.6.13.
|
De mortis
causa donationibus et capionibus
|
22
|
D.9.4.16.
|
De
noxalibus actionibus
|
22
|
D.9.4.40.
|
De
noxalibus actionibus
|
22
|
D.13.1.14.
|
De
condictione furtiva
|
22
|
D.38.1.11.
|
De operis libertorum
|
22
|
D.38.1.23.
|
De operis libertorum
|
22
|
D.47.2.56[58].
|
De furtis
|
22[49]
|
D.47.6.2.
|
Si
familia furtum fecisse dicetur
|
22
|
D.47.6.4.
|
Si
familia furtum fecisse dicetur
|
23
|
D.37.4.13.
|
De
bonorum possessione contra tabulas
|
23
|
D.37.5.2.
|
De
legatis praestandis contra tabulas bonorum possessione petita
|
23
|
D.37.5.4
|
De
legatis praestandis contra tabulas bonorum possessione petita
|
23
|
D.37.5.6
|
De
legatis praestandis contra tabulas bonorum possessione petita
|
23
|
D.37.6.3.
|
De
collatione bonorum
|
24
|
D.37.10.4.
|
De Carboniano Edicto
|
24
|
D.37.10.7.
|
De Carboniano Edicto
|
24
|
D.37.11.8.
|
De
bonorum possessionibus secundum tabulas
|
26
|
D.38.2.11.
|
De bonis
libertorum
|
26
|
D.38.2.13.
|
De bonis
libertorum
|
26
|
D.38.2.21.
|
De bonis
libertorum
|
26
|
D.38.5.6.
|
Si
quid in fraudem patroni factum sit
|
26
|
D.38.5.8.
|
Si quid
in fraudem patroni factum sit
|
27
|
D.38.6.2.
|
Si
tabulae testamenti nullae extabunt, unde liberi
|
27
|
D.38.7.1.
|
Unde legitimi
|
27
|
D.38.7.4.
|
Unde legitimi
|
27
|
D.38.8.3.
|
Unde cognati
|
28
|
D.38.13.1.
|
Quibus
non competit bonorum possessio
|
28
|
D.38.15.4.
|
Quis ordo
in possessionibus servetur
|
35
|
D.7.1.34.
|
De
usufructu eu quemadmodum quis utatur fruatur
|
35
|
D.7.2.4[5].
|
De
usufructu accrescendo
|
35
|
D.7.4.7.
|
Quibus
modis usus fructus vel usus amittitur
|
35
|
D.7.4.17.
|
Quibus
modis usus fructus vel usus amittitur
|
35
|
D.7.5.6.
|
De
usufructu earum rerum, quae usu consumuntur vel minuuntur
|
35[50]
|
D.7.6.3.
|
Si
ususfructus petatur, vel ad alium pertinere negetur
|
35
|
D.7.6.4.
|
Si
usufructus petatur, ved ad alium pertinere negatur
|
39
|
D.30.60.
|
De legatis et fideicommissis
|
39
|
D.30.92.
|
De
legatis et fideicommissis
|
39
|
D.30.94.
|
De
legatis et fideicommissis
|
39
|
D.30.96.
|
De
legatis et fideicommissis
|
El
que la secuencia termine en el libro 56 tiene varias explicaciones:
En
los libros 57 y 58 Juliano seguía exponiendo el tema
de las cauciones, pero los compiladores decidieron suprimir lo que hubieran
sido títulos 9 y 10 del libro 46 e incorporar los 4 fragmentos pertinentes a
otros libros y títulos del Digesto:
JULIANO
|
JUSTINIANO
|
TÍTULO DEL DIGESTO DE JUSTINIANO
|
57[51]
|
D.21.2.39.
|
De
evictionibus et duplae stipulatione
|
58[52]
|
D.21.2.40.
|
De
evictionibus et duplae stipulatione
|
58[53]
|
D.21.2.43.
|
De
evictionibus et duplae stipulatione
|
58
|
D.39.2.42.
|
De damno
infecto et de sugrundis et protectionibus
|
En los libros 59
al 90 Juliano
se dedicaba, como era común en los Digesta
clásicos, a específicos comentarios sobre leyes o senadoconsultos, como tal
opción no fue acogida por los compiladores, los 55 fragmentos de esos libros
fueron llevados, por convergencia temática,
a libros y títulos diversos del Digesto de Justiniano.
JULIANO
|
JUSTINIANO
|
TÍTULO DEL DIGESTO DE JUSTINIANO
|
59
|
D.1.3.10.
|
De
legibus senatusque consultis et longa consuetudine
|
59
|
D.38.16[17].6.
|
De suis
et legitimis heredibus
|
59
|
D.38.16[17].8.
|
De suis
et legitimis heredibus
|
60
|
D.5.3.55[58]
|
De
hereditatis petitione
|
60
|
D.39.5.2.
|
De
donationibus
|
60
|
D.39.6.18[17].
|
De mortis
causa donationibus et capionibus
|
60
|
D.50.17.66.
|
De
diversis regulis iuris antiqui
|
61
|
D.35.2.51.
|
Ad legem
Falcidiam
|
61
|
D.35.2.87[86].
|
Ad legem
Falcidiam
|
62
|
D.23.2.11.
|
De rito nuptiarum
|
62
|
D.24.2.6.
|
De
divortiis et repudiis
|
62
|
D.28.6.28[26].
|
De
vulgari et pupillari substitutione
|
62
|
D.49.15.22.
|
De
captivis et de postiliminio et redemptis ab hostibus
|
62
|
D.40.5.48.
|
De
fideicommissariis libertatibus
|
63
|
D.29.7.4.
|
De iure
codicillorum
|
64
|
D.28.5.42[40].
|
De
heredibus instituendis
|
64
|
D.4.2.18.
|
Quod
metus causa gestum erit
|
64
|
D.38.5.9.
|
Si quid
in fraudem patroni factum sit
|
64
|
D.40.9.5.
|
Qui et a
quibus manumissi liberi non fiunt, et ad legem Aeliam…
|
65
|
D.38.1.25.
|
De operis
libertorum
|
65
|
D.38.2.24.
|
De bonis
libertorum
|
68
|
D.43.24.14.
|
Quod vi
aut clam
|
69
|
D.1.5.26.
|
De statu
hominum
|
69
|
D.35.1.25.
|
De
conditionibus et demonstrationibus et causis et modis eorum,…
|
69
|
D.49.15.23.
|
De
captivis et de postliminio et redemptis ad hostibus
|
70
|
D.1.7.26
|
De
adoptionibus et emancipationibus at aliis modis,…
|
70
|
D.30.99.
|
De
legatis et fideicommissis
|
70
|
D.36.2.19.
|
Quando
dies legatorum vel fideicommissorum cedat
|
73
|
D.44.7.19.
|
De obligationibus
et actionibus
|
77
|
D.30.100.
|
De
legatis et fideicommissis
|
78
|
D.6.1.56.
|
De rei
vindicatione
|
78
|
D.28.6.30[28].
|
De
vulgari et pupillari substitutione
|
78
|
D.30.101.
|
De
legatis et fideicommissis
|
78
|
D.33.2.10.
|
De usu et
usu fructu et reditu et habitatione et operis per legatum...
|
78
|
D.34.8.1.
|
De his,
quae pro non scriptis habentur
|
80
|
D.39.6.19[18].
|
De mortis
causa donationibus et capionibus
|
81
|
D.50.16.201.
|
De
verborum significatione
|
81
|
D.30.102.
|
De
legatis et fideicommissis
|
81
|
D.34.3.13.
|
De
liberatione legata
|
82
|
D.35.1.26.
|
De
conditionibus et demonstrationibus et causis et modis eorum,...
|
83
|
D.30.103.
|
De
legatis et fideicommissis
|
84
|
D.1.3.32.
|
De
legibus senatusque consultis et longa consuetudine
|
85
|
D.1.7.27.
|
De
adoptionibus et emancipationibus at aliis modis quibus potestas…
|
86[54]
|
D.9.2.42.
|
Ad
legem Aquiliam
|
86
|
D.9.2.47.
|
Ad
legem Aquiliam
|
86
|
D.9.2.51.
|
Ad
legem Aquiliam
|
86
|
D.14.2.6.
|
De
lege Rhodia de Iactu
|
86
|
D.48.5.5.
|
Ad
legem Iuliam de adulteriis coercendis
|
86
|
D.48.10.5.
|
De
lege Cornelia de falsis, et de senatusconsulto Liboniano
|
87
|
D.50.17.67.
|
De
diversis regulis iuris antiqui
|
88
|
D.45.1.59.
|
De
verborum obligationibus
|
89
|
D.46.1.17.
|
De
fideiussoribus et mandatoribus
|
90
|
D.1.3.11.
|
De
legibus senatusque consultis et longa consuetudine
|
90
|
D.16.2.2.
|
De
compensationibus
|
90
|
D.46.1.18.
|
De
fideiussoribus et mandatoribus
|
De
otro lado, otros 68 fragmentos fueron utilizados, por convergencia de materias,
en libros y títulos diversos del Digesto de Justiniano:
JULIANO
|
JUSTINIANO
|
TÍTULO DEL DIGESTO DE JUSTINIANO
|
1
|
D.2.1.5.
|
De
iurisdictione
|
1
|
D.5.1.25.
|
De
iudiciis et ubi quiaque agere vel conveniri debeat
|
1
|
D.5.1.27.
|
De iudiciis
et ubi quiaque agere vel conveniri debeat
|
5
|
D.1.21.3.
|
De
officio eius, cui mandata est iurisdictio
|
5
|
D.42.1.60.
|
De re
iudicata, et de effectu sententiarum, et de interlocutionibus
|
6
|
D.50.17.62.
|
De
diversis regulis iuris antiqui
|
7
|
D.22.1.25.
|
De usuris
et fructibus et causis et omnibus accessionibus et mora
|
8
|
D.5.4.7.
|
Si pars
hereditatis petatur
|
9
|
D.9.4.39.
|
De
noxalibus actionibus
|
10
|
D.47.12.6.
|
De sepulcro violato
|
12
|
D.46.1.11.
|
De
fideiussoribus et mandatoribus
|
12
|
D.10.3.25.
|
Communi
dividundo
|
12
|
D.35.2.83[82].
|
Ad legem
Falcidiam
|
14
|
D.37.15.2.
|
De
obsequiis parentibus et patronis praestandis
|
14
|
D.46.1.13.
|
De
fideiussoribus et mandatoribus
|
16
|
D.12.4.7.
|
De
condictione causa data causa non secuta
|
17
|
D.24.1.4.
|
De
donationibus inter virum et uxorem
|
18
|
D.39.6.14.
|
De mortis
causa donationibus et capionibus
|
20
|
D.27.1.20[22].
|
De
excusationibus
|
22
|
D.45.1.54.
|
De
verborum obligationibus
|
24
|
D.25.4.2.
|
De inspiciendo ventre
custodiendoque partu
|
25
|
D.35.1.106.
|
De
conditionibus, et demonstrationibus, et causis, et modis eorum,…
|
27
|
D.29.4.21.
|
Si quis
omissa causa testamenti ab intestato,...
|
29
|
D.28.5.37.
|
De
heredibus instituendis
|
31
|
D.35.1.21[20].
|
De
conditionibus, et demonstrationibus,et causis, et modis eorum,...
|
32
|
D.33.5.9.
|
De optione vel electione
legata
|
32
|
D.34.4.8.
|
De
adimendis vel transferendis legatis vel fideicommissis
|
32
|
D.40.4.15.
|
De manumissis testamento
|
33
|
D.34.3.10.
|
De liberatione legata
|
33
|
D.44.7.17.
|
De obligationibus et
actionibus
|
34
|
D.8.3.28.
|
De
servitutibus praediorum rusticorum
|
34
|
D.32.59[58].
|
De
legatis et fideicommissis
|
34
|
D.33.4.3.
|
De dote praelegata
|
34
|
D.33.5.10.
|
De optione vel electione
legata
|
35
|
D.2.14.55[54].
|
De pactis
|
35
|
D.4.6.41.
|
Ex quibus
causis maiores vigintiquinque annis in integrum….
|
35
|
D.35.1.22[21].
|
De conditionibus,
et demonstrationibus, et causis, et modis eorum,…
|
35
|
D.36.2.16.
|
Quando
dies legatorum vel fideicommissorum cedat
|
36
|
D.36.2.17.
|
Quando
dies legatorum vel fideicommissorum cedat
|
36
|
D.37.5.17.
|
De
legatis praestandis contra tabulas bonorum possessione petita
|
36
|
D.40.4.16.
|
De manumissis testamento
|
37
|
D.33.8.12.
|
De peculio legato
|
37
|
D.34.4.10.
|
De
adimendis vel transferendia legatis vel fideicommissis
|
37
|
D.36.2.11.
|
Quando
dies legatorum vel fideicommissorum cedat
|
37
|
D.36.2.18.
|
Quando
dies legatorum vel fideicommissorum cedat
|
37
|
D.29.7.2.
|
De iure codicillorum
|
38
|
D.36.4.6.
|
Ut in
possessione legatorum vel fideicommissorum servandorum....
|
39
|
D.29.7.3.
|
De iure
codicillorum
|
39
|
D.34.3.12.
|
De liberatione
legata
|
40
|
D.12.6.34.
|
De
condictione indebiti
|
40
|
D.35.2.86[85].
|
Ad legem
Falcidiam
|
42
|
D.28.1.12.
|
Qui
testamenta facere possunt, et quemadmodum testamenta fiant
|
43
|
D.43.8.6.
|
Ne quid
in loco publico vel itinere fiat
|
44
|
D.13.7.29.
|
De
pignoraticia actione, vel contra
|
45
|
D.4.4.41.
|
De
minoribus vigintiquinque annis
|
49
|
D.8.1.16.
|
De
servitutibus
|
50
|
D.34.5.12.
|
De rebus
dubiis
|
51
|
D.16.1.15.
|
Ad
senatusconsultum Velleianum
|
51
|
D.46.1.15.
|
De
fideiussoribus et mandatoribus
|
52
|
D.38.1.24.
|
De operis libertorum
|
52
|
D.46.3.33.
|
De
solutionibus et liberationibus
|
54
|
D.19.1.25[26].
|
De
actionibus emti et venditi
|
54
|
D.44.7.18[17].
|
De
obligationibus et actionibus
|
54
|
D.45.1.58.
|
De
verborum obligationibus
|
55
|
D.2.11.13.
|
Si quis
cautionibus in iudicio sistendi causa factis non obtemperabit
|
55
|
D.6.1.52.
|
De reivindicatione
|
55
|
D.6.1.55.
|
De rei
vindicatione
|
55
|
D.35.1.24[23].
|
De
conditionibus, et demonstrationibus, et causis, et modis eorum,…
|
La
aparente falta de correspondencia entre el tema tratado y los fragmentos
restantes, podría explicarse por la dificultad de entender el contexto en el
que fueron utilizados por Juliano, o error de los copistas
al transcribir el número[55].
* Reelaboración de la
ponencia “La enseñanza del derecho romano a través del Digesto. De Juliano a
Justiniano, estructura y sistema”, presentada en el XIV Congreso
Latinoamericano de Derecho Romano, que se llevó a cabo en la Universidad de
Buenos Aires, durante los días 15 a 17 de septiembre de 2004.
* Profesor de la materia
en la Universidad Externado de Colombia.
[1] Cfr. Lenel Otto, Palingenesia iuris civilis, II, Graz, Akademische Druck, 1960, p.
1207, quien considera que Venuleyo
Claudio Saturnino es un único jurista, el mismo al que se refiere Ulpiano como Quinto
Saturnino en
D. 12.2.13.5 y D. 34.2.19.7, que habría vivido entre Antonino Pío y Marco Aurelio; en contra, Kunkel,
para quien Claudio Saturnino, no Venuleyo, es un jurista de la mitad del
siglo II, posiblemente proveniente de una familia de libertos de al menos 3
generaciones.
[2]
Cfr. D’ors Álvaro, Derecho
Privado Romano, cit., p. 96, que piensa pudo haber sido poco posterior a Modestino; Bretone Mario, Storia
del diritto romano, Bari, Laterza, 1987, p. 283: “Non sappiamo nulla di lui
(sembra que fosse di nascita non libera) né del tempo in cui è vissuto. Che
egli appartenga alla generazione inmmediatamente successiva a quella degli
ultimi <> come Modestino, o sia un contemporaneo de
Calistrato e di Emilio Macro, è soltanto un’ipotesi”.
[5] Conocido además a través
de los Fragmenta Vaticana,
el Edictum Theodorici, la Lex Romana Visigothorum, la Consultatio veteris cuiusdam iurisconsulti,
y la Lex Romana Burgundionum.
[6] Como es sabido, el texto
se conoce además, gracias a un manuscrito del siglo x que figura a continuación de la Lex Romana Visigothorum, que fue nuevamente descubierto por Savigny en la Biblioteca del Vaticano a
principios del siglo xix, en el
fondo de manuscritos de la reina Cristina
de Suecia, donde figuraba con el número 1128. Sobre las teorías que lo señalan
como simple recomposición posclásica, cfr.
Hernández Tejero Francisco,
Reglas o Epítome
de Ulpiano
(Epitome Ulpiani), traducción y notas
críticas, pp. XII a XXI. No
parece que pueda confundirse con el liber
singularis regularum, cfr., Bretone Mario, Storia
del diritto romano, cit., p. 364 n. 24: “Un punto dibattuto è l’esistenza
di una fonte intermedia: Schulz, e ora T. (A.M.) Honoré, Ulpian, pp. 107-11, la identificano nel liber singularis regularum, pseudo-ulpianeo, che V. Arangio Ruiz,
BIDR 35, 1927, pp. 192-195, giudica invece non distinguibile dall’Epitome”.
[7] Cervenca Giuliano, “Il dominato”, Lineamenti di storia del diritto romano,
Milano, Giuffrè, 1979, p. 702: “[...] se ha puesto de presente que la obra,
cuya primera redacción se remota a fines el siglo III o inicios del IV, ha sido
objeto de manipulaciones y sucesivas refacciones durante los siglos IV y V”.
[8] Kunkel Wolfgang, Linee di storia giuridica romana,
Spagnuolo Vigorita Tullio y Bianca
(trads.), Napoli, Edizioni Scientifiche Italiane, 1973, p. 227: “Alla prima di
queste domande ha già dato una risposta, nel 1820, Friedrich Blume, una
risposta che da allora in poi ha resistito a qualsiasi verifica critica e che
quindi può ben essere considerata una conoscenza ormai acquisita. Eglo osservò
che, all’interno di ciascun titolo del Digesto, i brani tratti da determinati
gruppi di opere giurisprudenciali classiche figurano solitamente l’uno accanto
all’altro. Il nucleo di un primo gruppo è formato dai commentari allo ius
civile deglo autori tardo-classici, i libri ad Sabinum di Ulpiano e
di Paulo: perciò questo gruppo viene chiamato <>. Un
secondo gruppo di escerti, la cosidetta <>, è
incentrato sui commentari ad Edictum dei guiristi medio e tardo-classici,
e un terzo sulle raccolte di responsa e di quaestiones di
Papiniano, Paolo e Ulpiano: quest’ultimo gruppo è chiamato <>, perché in esso i frammenti di Papiniano sono di regola collocati
al primo posto. Infine in alcuni titoli del Digesto figura anche un quarto, piú
piccolo, gruppo di frammenti tratti da opere di carattere vario, la cosidetta
<>. Queste osservazioni (che qui abbiamo potuto
riassumere solo a grandi linee) indussero Bluhme a formulare l’ipotesi che la
commisione del Digesto fosse divisa in tre sottocommissioni, incaricate di
attndere ciascuna ad una determinata parte della letteratura giuridica
classica, cioè ad una delle tre masse principali; e che alla fine le masse di
escerti allestite dalle tre sottocommisioni fossero state non composte a
intarsio all’interno dei singoli titoli, ma invece disposte, cosí come erano,
l’una dietro l’altra. L’<>, invece, si compone
chiaramente di un certo numero di opere giurisprudenziali che furono ritrovate
solo nel corso della loro di compilazione, e che vennero quindi scerpite solo in
un secondo tempo”.
[9] La tesis
de Honoré y
Rodger (1970)
que acogiendo la de Bluhme,
sostuvieron que la parte principal del trabajo fue por concluida por 6 de los
17 componentes, Triboniano,
Constantino
(magister officiorum) y cuatro profesores de derecho. Y que éstos,
divididos en parejas formaron tres subcomisiones, mientras los 11 abogados eran
llamados a cada una de ellas según la necesidad.
[10] Schiavone Aldo, Linee di storia del pensiero giuridico romano,
Torino, Giappichelli, 1994, p. 263: “I suoi cinquanta libri sono divisi in
sette parti, di cui soltanto le prime tre hanno una certa coerenza architettonica:
la struttura codificatoria, se cancellava la storia, non introduceva tuttativa
alcun sistema, nel senso moderno della parola”.
[11] Guarino Antonio, Diritto privato romano, 7ª ed., Napoli,
Jovene, 1984, p. 134, n. 11.9.3: “Giustiniano, nella costituzione Tanta
– Dedocen fissò sette parti dei Digesta, sia per comodità pratica (di divisione in volumina),
sia per esigenze didattiche”.
[12] Schiavone Aldo, Linee di Storia del pensiero giuridico romano,
cit. p. 263: “I libri erano quasi tutti divisi in titoli, dentro i quali erano
riportati i testi giurisprudenziali scelti (di lunghezza variabile, da proche
parole a intere pagine) giustapposti in una sequenza tale da dover suggerire
l’impressione al lettore di essere i frammenti ricomposti di un solo discorso,
che si svolgva per l’intero titolo: effetto, per la verità, al volte riscuito,
a volte del tutto mancato”.
[13] Orestano Riccardo, Introduzione allo studio storico del
Diritto Romano, 2ª ed rist., Torino, Giappichelli, 1961, p. 43: “Il modesto
livello sistematico delle opere di ius civile, il loro riferirsi ad una
tradizione assai remota, la maggiore difussione dello schema edittale
indubbiamente concorsero a determinare la scelta di quest’ordine, che nelle
grandi linee sarà poi seguito anche da Giustiniano nel VI secolo per il suo
Codice e con più ampie modifiche per il suo Digesto...”.
[14] Tafaro Sebastiano, “Breves notas sobre los
infantes en el derecho romano”, Revista de derecho Privado, 14, Espitia Fabio (trad.), Bogotá,
Universidad Externado de Colombia, 2008, p. 5: “Esta óptica, movida por la
exigencia de razonar con fundamento en las nociones y los conceptos que
poseemos, puede ser equivocada y no apta para comprender la realidad romana”.
[15] Id., Pubes e viripotens nella esperienza giuridica romana,
Bari, Cacucci, 1988, p. 109: “Il forbito erudito riguardo al primo aspetto
inventò o sistemò la leggenda, ancora viva nel linguaggio odierno, dei sette
colli, reinterpretando in questo senso esclusivo il significato di Septimontium”.
[16] Id., pp. 106 y 119: “La prima atenzione va rivolta alla
formazione del concetto secondo il quale l’età pubere si dovesse ritenere
raggiunta al compimento del 14º anno. Gia il Pernice aveva affermato che, in
realtà, la fissazione della pubertà ad un’età determinata ed in particolare al
14º anno sicuramente non proveniva da concetti originari dei Romani; doveva,
invece derivare dalle credenze sulle influenze misteriche dei numeri. In tempi
più recenti il Durry ha sostanzialmente confermato l’ipotesi di un’origine non
romana della presunzione puberale; egli si è dichiarato convinto che la scelta
del numero 14 fosse dipesa dalla influenze pitagoriche, le quali avrebbero
suggerito l’adozione l’adozione di quel numero, perché, a sua volta multiplo
del numero sette, era ritenuto dotato di poteri magici e naturali sulla vita
dell’uomo; da questo numero si sarebbe passato alla determinazione della
presunzione dela pubertà feminile in dodici anni, fissata volutamente in un
numero inferiore di anni, per venire incontro al desiderio di sposare la
fanciulle quando erano ancora nel’età di formazione […] Tante e tali erano le
virtù attribuite al ‘sette’ che il numero fu assunto come simbolo
dell’eccelenza, nell’ordine della natura: si arrivò ad ipotizzare che tutte le
cose e i momenti più importanti (dall’anima del mondo, alle sasi lunari, ai
cicli del sole e dell’energia, ad esempio) fossero ordinati in base a quel
numero. Furono questi i motivi che spinsero ad interpretare la cascita e lo
sviluppo dell’Urbs ssecondo una partizione, anche fisica, di tipo
settenario, che dovette sembrare la più idonea a mettere in risalto il ruolo
centrale assunto, nel mondo, da Roma. E poiché i canoni valevoli per le città
disciplinavano anche le vicende individuali, si applicò anche alla vita umana
la scansione articolata sul numero sette, che (con i suoi multipli) me doveva
segnare le tappe e gli eventi più salienti”.
[17] No sólo tradujo al latín
varias obras antiguas a las que añadió comentarios o compilaciones, sino que
fue autor de otras sobre filosofía, teología, música y cada una de las ramas
del quadrivium, cfr., Fraile Guillermo,
Historia de la Filosofía, I, Grecia y Roma, 5ª ed., Urdanoz Teófilo
(corrección y actualización), Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1982,
p. 796: “[En su De consolatione philosophiae, redactada en prisión]
podemos ver un hermoso modelo de filosofía cristiana, aun cuando su desarrollo
se realice en forma de una especulación puramente racional”.
[18] Laboró sobre teología,
filosofía, física, astronomía, aritmética y geografía. Cuando era
pagano se dedicó a comentar obras de Aristóteles. Considerado hereje
por Leoncio de Bizancio y más tarde por Juan Damasceno. Luego de su conversión al cristianismo, escribió
textos sobre las escrituras y teología cristiana en general.
[19] En García Bazán Francisco, La concepción
pitagórica del número y sus proyecciones, Buenos Aires, Biblos, 2005, pp.
35 ss., cfr., simismo, Copleston Frederick,
Historia de la Filosofía, I, Grecia y Roma, 6ª ed., García de la Mora Juan Manuel (trad.), Barcelona,
Ariel, 2001, p. 455 ss;
[20] Lo que le llevó a decir:
“No se trata de exponer doctrinas nuevas, sino las enseñadas por los antiguos
varones y, por lo tanto, exponemos la aritmética de Nicómaco sin cada que
quitar o agregar”
[21] González Urbaneja
Miguel, Pitágoras. El filósofo del número, Madrid, Nivola, 2001, p. 97:
“Uno de los párrafos más notables sobre el número diez (continuación de uno
aludido anteriormente) es de Jámblico, al comentar el opúsculo Los números pitagóricos de Pseusipo,
donde se hace un panegírico del número diez en funciones meta-aritméticas,
simbólicas y teológicas: ‘En la mitad
restante del libro trata explícitamente de la década mostrando ser el más
físico y perfecto de los seres, algo así como una idea para todo ente cósmico perfecto,
idea por sí misma artífice (y no porque nosotros lo pensemos o por casualidad),
principio, fundamento y paradigma de todo en todo acabado, ‘presente ante Dios,
el hacedor de todo’ […] Tenía para ellos [el número diez] tanta
significación esotérica como el pentagrama
místico, […] El número diez, cuya veneración, paradójicamente, no es
tributaria de la anatomía de la mano del hombre, es la quintaesencia del
misticismo pitagórico”.
[22] Cfr., Copleston Frederick, Historia de la
Filosofía. De San Agustín a Escoto,
II, 4ª ed., García Borrón Juan Carlos (trad.), Barcelona, Ariel, 2000, pp.
84 y 85: “San Agustín hizo uso del tema platónico de los números, que se
remonta al pitagoreísmo. Naturalmente, su modo de tratar los números nos parece
a veces excesivamente imaginativo e incluso fantástico, como cuando habla de
numeros perfectos o imperfectos, o interpreta referencias a números en las
Escrituras; pero, hablando en general, considera los números como el principio
del orden y de la forma, de la belleza y la perfección, de la proporción y la
ley. Así, las ideas son números eternos, mientras que los cuerpos son números
temporales, que se despliegan en el tiempo […] Además, lo mismo que el número
matemático tiene su principio en el uno y termina en un número que es
también un entero, así la jerarquía de
los seres comienza en el supremo Uno, Dios, que trae la existencia y se refleja
en unidades más o menos perfectas. Esa comparación o paralelo entre el número
matemático y el número metafísico derivaba, indudablemente, de Plotino, y, en
general, el tratamiento agustiniano del número no añade nada sustancial al
tratamiento ya concedido al tema en la tradición platónico-pitagórica”.
[23] Boecio, Institución Aritmética, Sánchez Manzano
María Asunción (edición y trad.), León, Universidad de León, 2002. Esta obra
fue copiada, condensada, escrita y copiada de nuevo y sirvió de texto de
referencia para los trabajos de aritmética de numerosos autores latinos de los
siglos posteriores, incluso se tiene conocimiento de una edición completa
aparecida en el año 1521 en París, cfr., Colette
Jean Paul, Historia de las matemáticas, I, González
Gayoso Pilar, 4ª ed., México, Siglo XXI, 2000, pp. 219 y 220. La De
Arithmetica de su discípulo Casiodoro (490-?) fue también
manual de la materia a comienzos de la Edad Media, mientras que en las Etimologías
de Isidoro de Sevilla, reelaboración de las de
Casiodoro recurrió a las Escrituras para
demostrar que Dios creó el Universo basándose en los conceptos de número,
medida y peso, dio una interpretación mística de los números del 1 al 20, 24,
30,40, 46, 50 y 60, consideró que la libra era un peso perfecto pues
corresponde a 12 onzas que era el mismo número de meses de un año, dijo que las
22 acciones de Dios en la creación del mundo, explicaban las 22 generaciones de
Adán a Jacob, y los 22 libros del
Antiguo Testamento. Tal importancia atribuía al número, que afirmaba que si se
suprimía todo lo existente desaparecería.
[24] Sobre su influencia
posterior a raíz de la hipótesis explicativa del movimiento, el rechazo a la
tesis de la vida de los cuerpos celestes, el repudio a la astrología, al
considerar que suprimía las leyes, la justicia, las admoniciones, las
reprimendas, los elogios, las condenas y los castigos, es decir, todo lo que
dependía de creer en la concepción del libre albedrío, la aseveración de que Platón
era discípulo de Moisés y lector de la Biblia, el
rechazo a la concepción de Proclo sobre la eternidad del mundo, y
en qué forma influyó tanto en el pensamiento cristiano de occidente - en
particular en Tomás de Aquino – como en el mundo
árabe, cfr. Tatakis
Basilio, Filosofía Bizantina, Ñánez
Demetrio (trad.), Sudamericana, pp. 50 a 59; Puig MOntada Josep, “”Averroes”, Filosofías no
occidentales, Madrid, Trotta, 1999, pp. 301 a 303.
[25] García
Bazán
Francisco, La concepción pitagórica del número y sus proyecciones, cit.,
p. 109: “Sin embargo, toda esta riqueza de la interpretación exigida por la
misma naturaleza polisémica del número matemático, que se proyecta desde la
mente en su realidad originaria y su presencia en las relaciones cósmicas y
sociales, va a ser conservada, por una parte, en relación con la tradición
aritmética nicomaquea, en el neoplatonismo ateniense y alejandrino (Proclo,
Ammonio de Hermias, Asclepio de Tralles, Juan Filopono, Sotérico, Boecio,
Miguel Pselo y Jorge Pachímero) y árabe (Thâbit ibn Qurra), pero se restringirá
gradualmente en sus aspectos científicos, técnicos y epistemológicos, en la
forma como modernamente se interpreta a Euclides como adre de la ciencia
matemática…”.
[26] De francisci Pietro, Vita e studii a
Berito. Tra la fine del V e gli inizii del VI secolo, Roma, Accademia dei
Lincei, 1912, pp. 7 y 8: “Accanto alla grammatica e alla retorica i giovani non
trascuravano lo studio della filosofia: […] Al termine di questi corsi
preparatorii di grammatica e retorica, greche e latine, e di filosofia, i
giovani potevano dedicarsi agli studii superiori, che anche in Alessandria
avevano cultori insigni e rinomati. Però non sembra che la scuola giuridica di
Alessandria godesse di fama uguale a quella della sua scuola di medicina, tanto
che, come vedremo, la maggior parte dei giovani, che si dedicavano in
Alessandria agli studii preparatorii, passavano poi a Berito per attendere agli
studii giuridici […] L’elenco stesso di questi studenti e delle città dlle
quali erano oriundi dimostra come la scuola di Berito dovesse godere di una
fama di molto superiore a quella della scuola di Alessandria e fors’anche a
quella della scuola di Costantinopoli”.
[27]
Cfr., Schiavone Aldo, Linee di
Storia del pensiero giuridico romano, cit: “Al nuovo grandioso
codice-antologia fu dato il nome di Digesta o Pandectae: pronto
in tre anni (con una rapidità che ha fatto a lundo interrogare i moderni circa
il metodo seguito nella redazione), fu pubblicato (costitutuzione Tanta)
il 16 dicembre del 533, ed entrò in vigore il 30 dello stesso mese”.
[28] Cfr. nota al art. 921
del Código Civil Argentino de don Dalmacio
Vélez Sarsfield,
cuando refiriéndose a la división en la edad de las personas, desde el
nacimiento hasta el fin del año 7 y hasta el año 14 dice: “Los romanos seguían
una antigua doctrina de la filosofía griega, que atribuye una virtud oculta al
número 7, doctrina que por motivos religiosos era seguida en la Edad Media, e
hizo dividir en siete partes el gran Código de España, conocido bajo el nombre
de las Siete Partidas, y como están divididos en siete partes los cincuenta
libros del Digesto, por la razón misteriosa, que expresa Justiniano en su
Constitución Tanta”.
[29] Como la adopción, o del
teorema pitagórico a partir del triángulo egipcio (pues los catetos 4 y 3
conforman un triángulo rectángulo con hipotenusa de 5, y el área de los
cuadrados que conforman los catetos es igual al área del cuadrado construido
sobre la hipotenusa, y el total es 50), o de la séptima terna pitagórica de
Platón, cfr., González Urbaneja Miguel, Pitágoras. El
filósofo del número, cit., p. 168: “En la búsqueda de ternas pitagóricas,
Platón encontró una ley de formación que se puede expresar en la forma: a = 2
m, b = m2 -1), c = (m2 + 1) que permite obtener las ternas pitagóricas de Platón. Resultan
ser ternas en las que la hipotenusa y el cateto mayor se diferencian en dos
unidades”, es decir, 14 = 2 x 7, 48 = (49 – 1), 50 = (49 + 1).
[30] La
primera pudo tener 4 libros, pues no sólo Roma fue organizada con fundamento en
el cuadrado, sino porque 4 era considerado el primer número sólido, pues los 4
puntos estructuran la primera pirámide del triángulo; si se acudió al 8, el
primer número cubo, “el número más exacto” porque su plenitud proviene de ser
la suma de 2 cuadrados iguales (4 + 4), y que para los pitagóricos, como se
vió, era el “verdadero número de la justicia” (Com. 1.5.17) para conformar la tercera, cuarta y sexta partes;
finalmente, si el que para formar la quinta se haya debido acudir al 9, que
símbolizaría la justicia por ser sus factores iguales (3 X 3), permitiría a su
vez explicar la “sin razón” de la división del tema de los legados en los
libros 30, 31 y 32.
[31] Del anónimo: D.28.5.44[42];
D.34.2.28[29]; D.34.8.2; D.35.1.27[26]; D.38.1.26; D.39.2.43; D.39.4.15;
D.40.1.6; D.40.1.7; D.40.7.14; D.44.1.14; D.44.7.20; D.50.16.202; D.50.16.203. D.4.6.42;
D.4.8.50[53]; D.5.1.76; D.6.1.57; D.8.5.17; D.9.1.5; D.9.2.52[53]; D.11.3.16;
D.15.3.16; D.18.6.11; D.19.1.26[27]; D.19.2.27[30]; D.19.2.29[32];
D.34.2.28[29]; D.34.8.2; D.35.1.27[26]; D.38.1.26; D.39.2.43; D.39.4.15;
D.40.1.6; D.40.1.7; D.40.7.14; D.44.1.14; D.44.7.20[21]; D.50.16.202;
D.50.16.203. Del de Paulo: D.7.1.11[12];
D.8.2.33[32]; D.8.3.29; D.8.3.30; D.8.4.15[16]; D.10.3.27; D.10.4.19;
D.12.6.36; D.13.7.30; D.18.1.40; D.18.6.12; D.18.6.14; D.19.2.30[33];
D.19.2.31[34]; D.19.5.23[25]; D.21.2.44; D.21.2.45; D.23.4.19; D.23.5.8;
D.23.4.19; D.23.5.8; D.28.5.45[43]; D.28.5.45[43]; D.30.106; D.32.60[59];
D.32.61[60]; D.35.1.28[27]; D.39.3.24; D.42.1.62; D.46.3.35; D.47.2.57[59];
D.48.22.3; D.50.16.204; D.50.16.205, Cfr. En relación con las dos obras, Bretone Mario, Tecniche e ideologie dei giuristi romani, 2 ed., Napoli, Edizioni
Scientifiche Italiane, 1982, p. 91.
[32]
D.4.3.32[33]; D.4.4.39; D.4.8.44; D.8.5.20; D.12.6.67; D.13.7.43; D.14.3.20;
D.15.1.58[59]; D.15.3.21; D.17.1.62; D.18.1.81; D.18.3.8; D.18.5.9; D.18.5.10;
D.19.1.52[53]; D.19.2.61[64]; D.20.1.34; D.20.2.10; D.20.4.21; D.20.5.14;
D.20.6.15; D.22.1.47; D.22.1.48; D.22.3.27; D.22.3.29; D.23.3.85[87];
D.24.1.66; D.25.4.4; D.26.2.34; D.26.3.11; D.26.7.56[55]; D.26.7.57[56]; D.26.7.58[57]; D.26.7.59[58]; D.26.8.20; D.26.8.21; D.28.3.20; D.29.2.98;
D.29.5.26; D.32.32; D.32.33; D.32.34; D.32.35; D.32.36; D.32.37; D.32.38;
D.32.39; D.32.40; D.32.41; D.32.42; D.32.101; D.32.102; D.33.1.18; D.33.1.19;
D.33.1.20; D.33.1.21; D.33.2.32; D.33.2.33; D.33.2.34; D.33.2.35; D.33.2.36;
D.33.2.37; D.33.4.14; D.33.5.21; D.33.5.22; D.33.7.6; D.33.7.7; D.33.7.27; D.33.7.28;
D.33.8.23; D.34.1.15; D.34.1.16; D.34.1.17; D.34.1.18; D.34.1.19; D.34.2.13; D.34.2.15; D.34.2.16; D.34.2.18;
D.34.2.40; D.34.3.28; D.34.5.29[30]; D.34.9.26; D.35.1.108[106];
D.35.1.109[107]; D.35.2.94[93]; D.35.2.95[94]; D.36.1.75; D.36.1.76; D.36.1.77;
D.36.1.78; D.36.1.80; D.36.2.31; D.36.3.18; D.39.5.35; D.40.4.29; D.40.4.59;
D.40.4.60; D.40.5.17; D.40.5.18; D.40.5.19; D.40.7.40; D.41.4[5].14;
D.41.9[10].3; D.42.1.64; D.42.8.23; D.44.4.17; D.44.7.61; D.45.1.122;
D.46.1.45; D.46.3.88; D.46.3.89; D.46.3.90; D.46.7.20; D.48.10.24; D.49.1.28;
D.50.1.24; D.50.7.12; D.50.9.6; D.50.16.243.
[33]
D.1.18.17; D.1.3.17; D.1.3.18; D.1.3.19; D.1.3.24; D.1.3.39; D.1.3.4; D.1.3.5;
D.1.5.19; D.1.7.5; D.1.7.7; D.2.14.33; D.2.15.12; D.4.4.28; D.5.1.31;
D.5.3.45[48]; D.6.1.49; D.7.1.2; D.8.1.10; D.8.1.9; D.8.3.11; D.8.6.12;
D.8.6.6; D.12.1.32; D.12.1.42; D.12.4.16; D.12.6.47; D.12.6.48; D.13.1.15;
D.15.1.6; D.16.3.32; D.17.1.48; D.17.1.50; D.17.2.75; D.18.1.59; D.19.1.12[13];
D.19.1.38[39]; D.19.5.2; D.21.2.10; D.21.2.62; D.22.3.11; D.22.3.12; D.22.3.13;
D.22.3.17; D.22.3.9; D.23.2.22; D.23.2.23; D.23.3.58; D.23.3.60; D.24.1.47;
D.24.1.48; D.26.5.11; D.27.5.2; D.27.8.7; D.28.1.27; D.28.5.24; D.28.5.26;
D.28.5.59[57]; D.28.5.60[58]; D.28.7.21; D.29.4.25; D.29.7.18; D.30.63;
D.31.15; D.31.18; D.31.19; D.31.20; D.31.21; D.31.22; D.31.27; D.31.29;
D.31.30; D.32.43[42]; D.32.79[78]; D.32.80[79]; D.33.10.7; D.33.2.14;
D.33.8.13; D.33.8.25; D.34.2.3; D.34.5.25[26]; D.34.5.26[27]; D.34.7.1;
D.35.1.49[47]; D.35.2.50; D.35.2.53; D.37.6.6; D.37.6.7; D.38.1.30;
D.38.16[17].7; D.39.5.21; D.40.2.19; D.40.7.23; D.41.1.51; D.41.2.18;
D.42.1.11; D.42.1.13; D.42.1.14; D.42.1.39; D.42.7.3; D.43.19.7; D.43.24.18;
D.43.26.11; D.43.26.12; D.43.8.3; D.44.7.51; D.45.1.97; D.45.1.99; D.46.2.25; D.46.2.26;
D.46.3.69; D.46.3.70; D.46.3.71; D.46.3.87; D.47.2.67[69]; D.48.19.21;
D.48.3.11; D.49.15.2; D.50.15.6; D.50.16.158; D.50.16.86; D.50.16.88;
D.50.16.93; D.50.16.94; D.50.16.96; D.50.16.97; D.50.16.98; D.50.17.184[144];
D.50.17.185[145]; D.50.17.186[146]; D.50.17.187[147]; D.50.17.188[148];
D.50.17.189[149]; D.50.17.190[150]; D.50.17.191[151]; D.50.17.193[153].
[34]
D.1.3.10; D.1.3.11; D.1.3.12; D.1.3.15; D.1.3.20; D.1.3.32; D.1.5.26; D.1.7.26;
D.1.7.27; D.1.18.8; D.1.21.3; D.2.1.5;
D.2.10.3; D.2.11.13; D.2.14.55[54]; D.3.3.75; D.3.5.30[29]; D.4.2.18;
D.4.4.41; D.4.6.41; D.4.8.47[50];
D.4.8.49[52]; D.5.1.25; D.5.1.27; D.5.1.74; D.5.1.75; D.5.3.54[57];
D.5.3.55[58]; D.5.4.7; D.5.4.8;
D.6.1.34; D.6.1.52;
D.6.1.55; D.6.1.56; D.7.1.34; D.7.2.4[5]; D.7.4.7; D.7.4.17;
D.7.5.6; D.7.6.3; D.7.6.4; D.8.1.16;
D.8.2.32[31]; D.8.2.37[36]; D.8.3.27;
D.8.3.28; D.8.5.16; D.9.2.42; D.9.2.47; D.9.2.51; D.9.4.16; D.9.4.39;
D.9.4.40; D.10.1.9; D.10.1.10;
D.10.2.51[52]; D.10.3.24;
D.10.3.25; D.10.4.8; D.11.7.18; D.12.1.19; D.12.1.20; D.12.1.21; D.12.2.12; D.12.2.39; D.12.2.40;
D.12.4.7; D.12.4.11; D.12.6.20; D.12.6.32;
D.12.6.33; D.12.6.34; D.12.6.35;
D.13.1.14; D.13.5.2; D.13.5.23;
D.13.6.19; D.13.7.28; D.13.7.29; D.14.2.6; D.14.3.12; D.14.4.8;
D.14.4.12; D.14.6.14;
D.15.1.16[17];
D.15.1.28[29];
D.15.1.37[38]; D.16.1.14; D.16.1.15; D.16.2.2; D.16.3.15;
D.17.1.30; D.17.1.31; D.18.1.39;
D.18.2.10[13];
D.18.2.17[20]; D.18.4.18; D.18.4.19; D.18.5.5; D.19.1.22[23]; D.19.1.23[24]; D.19.1.24[25]; D.19.1.25[26]; D.19.2.16[18]; D.19.2.18[20]; D.19.5.3;
D.21.2.7; D.21.2.8; D.21.2.39;
D.21.2.40; D.21.2.43; D.22.1.25; D.22.3.20; D.23.1.11;
D.23.2.11; D.23.2.18; D.23.3.44;
D.23.3.46; D.23.3.47; D.23.4.13; D.23.4.18;
D.23.4.21; D.23.5.7; D.24.1.4; D.24.2.6;
D.24.3.30; D.24.3.31;
D.25.2.22; D.25.3.2; D.25.4.2; D.26.3.3; D.26.7.18[17]; D.26.8.12;
D.26.8.13; D.26.8.14;
D.27.1.20[22]; D.27.2.4; D.27.4.2;
D.27.4.4; D.27.8.3; D.27.8.5;
D.27.10.7; D.28.1.12; D.28.2.13; D.28.5.7; D.28.5.16; D.28.5.22;
D.28.5.37; D.28.5.38; D.28.5.40;
D.28.5.42; D.28.6.19[17]; D.28.6.25[23]; D.28.6.26[24];
D.28.6.27[25]; D.28.6.28[26]; D.28.6.30[28]; D.28.7.11;
D.28.7.13; D.29.1.20;
D.29.2.41; D.29.2.43; D.29.2.44;
D.29.4.21; D.29.4.22; D.29.7.2;
D.29.7.3; D.29.7.4; D.30.6; D.30.18; D.30.60;
D.30.79; D.30.81; D.30.82; D.30.84; D.30.86;
D.30.89; D.30.91; D.30.92;
D.30.94; D.30.96; D.30.97;
D.30.98; D.30.99; D.30.100; D.30.101; D.30.102;
D.30.103; D.32.59[58]; D.33.2.10;
D.33.4.3; D.33.5.9;
D.33.5.10; D.33.5.11; D.33.6.5;
D.33.8.12; D.34.3.10;
D.34.3.11; D.34.3.12; D.34.3.13;
D.34.4.8; D.34.4.10;
D.34.4.11; D.34.5.11[12]; D.34.5.12[13]; D.34.8.1;
D.35.1.21[20];
D.35.1.22[21]; D.35.1.23[22]; D.35.1.24[23]; D.35.1.25;
D.35.1.26; D.35.1.106; D.35.2.51; D.35.2.83[82]; D.35.2.84[83]; D.35.2.85[84]; D.35.2.86[85]; D.35.2.87[86]; D.36.1.23;
D.36.1.25; D.36.1.27; D.36.2.11; D.36.2.16; D.36.2.17;
D.36.2.18; D.36.2.19; D.36.4.6;
D.37.4.13; D.37.4.5;
D.37.5.2; D.37.5.4;
D.37.5.6; D.37.5.17; D.37.6.3;
D.37.10.4; D.37.10.7; D.37.11.7;
D.37.11.8; D.37.15.2; D.38.1.11;
D.38.1.23; D.38.1.24; D.38.1.25;
D.38.2.11; D.38.2.13; D.38.2.20; D.38.2.21;
D.38.2.23; D.38.2.24; D.38.5.6;
D.38.5.8; D.38.5.9; D.38.6.2;
D.38.7.1; D.38.7.4; D.38.8.3;
D.38.13.1; D.38.15.4; D.38.16.6; D.38.16.8; D.39.1.13; D.39.1.14;
D.39.1.2; D.39.1.6;
D.39.2.42; D.39.5.1; D.39.5.2;
D.39.5.14; D.39.6.13; D.39.6.14;
D.39.6.15; D.39.6.16[15]; D.39.6.17[16];
D.39.6.18[17];
D.39.6.19[18]; D.40.2.4; D.40.2.5;
D.40.4.15; D.40.4.16; D.40.4.17;
D.40.5.47; D.40.5.48; D.40.7.12;
D.40.7.13; D.40.9.5; D.41.1.36;
D.41.1.37; D.41.2.36; D.41.2.38;
D.41.3.33; D.41.4[5].7; D.41.5[6].2;
D.42.1.60; D.42.1.61; D.42.6[7].6;
D.42.7[8].5; D.42.8[9].15; D.42.8[9].17;
D.43.16.17; D.43.20.4; D.43.24.14;
D.43.26[25].18;
D.43.26[25].19;
D.43.33[32].1; D.43.7.2;
D.43.8.6; D.43.8.7; D.44.1.13;
D.44.2.8; D.44.2.10; D.44.2.16;
D.44.2.24; D.44.2.25; D.44.7.15[14]; D.44.7.16[15]; D.44.7.17[16]; D.44.7.18[17]; D.44.7.19;
D.45.1.53; D.45.1.54; D.45.1.55;
D.45.1.56; D.45.1.57; D.45.1.58;
D.45.1.59; D.45.2.5; D.45.2.6;
D.45.3.1; D.45.3.10; D.46.1.7; D.46.1.11; D.46.1.12; D.46.1.13;
D.46.1.14; D.46.1.15; D.46.1.16;
D.46.1.17; D.46.1.18; D.46.2.15;
D.46.3.13; D.46.3.32;
D.46.3.33; D.46.3.34; D.46.4.17; D.46.7.4; D.46.7.14; D.46.8.22;
D.47.2.56[58]; D.47.6.2;
D.47.6.4; D.47.10.36; D.47.12.6; D.48.5.5;
D.48.10.5; D.49.15.22;
D.49.15.23; D.50.16.200; D.50.16.201; D.50.17.62; D.50.17.63;
D.50.17.64; D.50.17.65; D.50.17.66;
D.50.17.67.
[35]
D.1.7.18; D.1.7.20; D.1.7.38; D.1.9.2; D.4.1.7; D.5.1.30; D.5.2.10; D.5.2.3;
D.5.2.5; D.7.1.71; D.7.8.20; D.8.2.10[9]; D.8.5.11; D.8.6.11; D.8.6.13;
D.9.2.34; D.9.2.36; D.11.7.35; D.11.8.2; D.12.3.8; D.13.6.16; D.16.3.22;
D.17.1.49; D.18.1.60; D.18.1.61; D.18.7.4; D.20.1.27; D.21.2.61; D.22.3.10;
D.23.2.41; D.23.3.59; D.23.5.17;
D.24.1.49; D.24.3.57[58]; D.25.2.20; D.26.7.28[27]; D.26.7.29[28];
D.26.7.30[29]; D.27.10.12; D.28.4.3; D.28.7.23; D.28.8.10; D.29.1.29;
D.29.1.31; D.29.1.8; D.29.2.75; D.29.4.5; D.29.4.7; D.29.5.16; D.29.7.19;
D.29.7.9; D.30.83; D.31.17; D.31.23; D.31.25; D.31.26; D.31.28; D.31.50[51];
D.33.2.15; D.33.3.2; D.33.3.3; D.34.5.24[25]; D.35.1.47; D.35.1.48[46];
D.35.2.2; D.35.2.52; D.35.2.54; D.35.2.55; D.35.2.56; D.35.2.57; D.35.3.5;
D.36.1.44; D.37.10.10; D.37.12.4; D.37.5.25; D.37.8.3; D.38.15[16].5;
D.38.2.31; D.38.2.32; D.39.1.22; D.39.5.20; D.39.6.34[33]; D.40.1.15;
D.40.13.2; D.40.14.1; D.40.4.42; D.40.5.10; D.40.5.9; D.40.7.24; D.41.2.19;
D.41.2.20; D.41.3.17; D.41.6[7].2; D.42.1.10; D.42.1.12; D.42.1.37; D.42.8.12;
D.43.16.12; D.44.1.9; D.44.2.19; D.44.3.2; D.45.1.94; D.45.1.95; D.45.1.96;
D.45.1.98; D.46.1.38[39]; D.46.3.67; D.46.3.68; D.46.3.72; D.46.3.73;
D.46.8.17; D.47.2.68[70]; D.47.2.70[72]; D.47.6.5; D.48.10.26; D.48.13.12[13];
D.49.1.15; D.49.15.1; D.50.1.31; D.50.16.85; D.50.16.87; D.50.16.95;
D.50.17.183[143]; D.50.17.192[152].
[36]
Cfr. D’ors Álvaro, Derecho
Privado Romano, 5ª ed. revisada, Pamplona, Universidad de Navarra S.A.,
1983, p.77, n. 2.
[37] Cfr, ed. Haloandro.
[38]
Cfr, ed. Haloandro.
[39]
L. 25 ed. Haloandro.
[40]
Cfr. ed. Haloandro.
[41]
Cfr. ed. Haloandro.
[44]
L.17 ed. Haloandro.
[46] L. 21 ed. Haloandro.
[47] Cfr. ed. Haloandro.
[48] La que se
refería al hurto, por lo que los 6
fragmentos pertinentes se llevaron al L.47 (delitos privados) o al L.9 (acciones noxales).
[49] No L.23. En igual
sentido, Lenel Otto, Palingenesia Iuris
Civilis, I, Graz, Akademische Druck – U. Verlagsanstalt, p. 377.
[50] Ed.
Haloandro.
[51] L.
14 ed. Haloandro.
[53] L. 2 ed. Haloandro.
[54]
Cfr, ed. Haloandro.
[55]
L.1: D.13.6.19. L.2: D.50.16.200. L.4: D.44.7.15[14]. L.7: D.19.1.22[23]
(¿L.15?, compraventa. L.12 ed. Haloandro);
D.40.7.12 (¿L.8?, actio familiae erciscundae). L.9: D.44.2.24 (¿L.7?, rei
vindicatione). L.
13: D.12.2.40 (¿L.11?, actio pigneraticia o ¿L.54?, aceptilación);
D.17.1.30 (¿L.14?, acción de mandato); D.19.1.23[24]
(¿L.15?,
correspondiente con D.18.1); D.21.2.7 (¿L.15?, correspondiente con D.18.1); D.41.1.36;
D.41.2.36;
D.43.26[25].18 (¿L.49?, precario); D.44.7.16[15] (¿L.49?, precario); D.46.2.15
(¿L.15?,
acorde con D.18,1); D.46.3.32 (de Ulpiano en la Vulgata); D.18.2.10 (¿L.15?,
debió aludir al pacto in diem addictione); D.35.2.84[83]. L.14:
D.19.5.3 (No es clara la hipótesis que refiere el fragmento, además, se le vincula a un texto de Celso que
menciona la actio praescriptis verbis, que es interpolada); L.15:
D.1.3.12; D.33.6.5. L.16: D.45.1.53. L.17: D.50.17.63. L.18: D.12.1.20
(¿L.17?); D.24.3.31[32];
D.35.2.85[84] (¿L.16?). L.22: D.45.2.5
(¿L.52?). L. 23: D.37.11.7 (¿L.24?); D.28.6.25[23] (¿L.30?).
L.24: D.37.4.5 (¿L.23?); L.25: D.18.4.19
(¿L.15?); D.38.2.20 (L.22?). L.26: D.29.2.41 (¿L.30?). L.27:
D.1.3.15; D.29.1.20 (¿L.30?); D.38.2.23 (¿L.26?). L. 29: D.28.5.37 (¿L.30?);
D.28.6.26[24] (¿L.30?); D.28.7.11 (¿L.30?); D.39.6.16[15] (¿L.18?), D.50.17.64.
L.31: D.26.8.14 (ad Urseium Ferocem ed. Haloandro). L.36: D.5.1.75. D.45.1.55. L. 39: D.12.6.33 (¿L.10?, cfr. ed. Haloandro).
L.41: D.43.20.4 (¿L.7?). L. 42: D.30.97. L.43: D.22.3.20;
D.35.1.23[22]; D.43.8.6; D.46.1.12 (¿L.53?). L.45: D.12.6.35 (¿L.10? L.9 ed. Haloandro); D.47.10.36.
L.47: D.29.2.44;
D.39.6.17[16]; D.46.1.14 (¿L.50?). L.48: D.5.4.8; D.12.1.21. L.49:
D.39.1.2 (¿L.41?);
D.39.1.14 (¿L.41?); D.42.8[9].15 (¿L.47?); D.42.8[9],17 (¿L.47?). L.51:
D.10.1.10. L.52: D.30.98[101]. L.53: D.45.1.57 (¿L.52?). L.54: D.34.4.11; D.50.17.65. L.55: D.1.3.20.